- ECOVOLUNTARIO
- PRESENTACIÓN
- ANIMALES
- ASOCIACIÓN
- PREPARACIÓN
- FUNDADORES
- TESTIMONIOS
El ecovoluntariado consiste en llevar acciones benévolas a favor del medio ambiente en general y más particularmente a favor de la fauna y de la flora. La asociación francesa " Around The Rock, vuelta al mundo ecovoluntaria para el encuentro de las especies amenazadas " es reconocido por interés general y orientó sus misiones ecovoluntarias hacia la fauna. Los ecovoluntarios de la asociación "Around The Rock" buscan a través del mundo, los programas, las misiones o los viajes ecovoluntarios con el fin de ayudar a los organismos que protegen la fauna y las especies animales amenazadas.
El ecovoluntariado también es un intercambio que coloca a los ecovoluntarios en el corazón de las estructuras de acogida y de este hecho los pone en contacto directo con la población local.
Las misiones ecovoluntarias o los programas ecovoluntarios son a veces gratuitos y a menudo rentables. Cada ecovoluntario tiene pues la elección y directamente puede volver en contacto con la asociación a la que desea ayudar y negociar lo mejor posible su estancia.
La asociación " Around The Rock, tour du monde écovolontaire à la rencontre des espèces m, a través de su página internet informe gratuitamente los ecovoluntarios sobre las asociaciones ya visitadas. En efecto, Céline GIBERT y Anthony PHILIPPE efectúan actualmente una vuelta al mundo sobre un período de 5 años con el fin de efectuar un máximo de misiones en las reservas, los parques, los refugios y otros organismos que pueden acoger a ecovoluntarios.
Informaciones, basadas en experiencias vividas, son puestas en línea:
- Blog
El ecovoluntariado, las misiones ecovoluntarias, los programas ecovoluntarios son unos medios extraordinarios de descubrir el mundo y la vida salvaje; pues no vacile más en tomar una decisión e intente la experiencia volviéndose ecovoluntaria.
AROUND THE ROCK
LA VUELTA AL MUNDO ECOVOLUNTARIA
UN ENCUENTRO CON LAS ESPECIES
AMENAZADAS
El nombre « AROUND THE ROCK » nos recuerda que la tierra es un peñasco con agua y vegetación, indispensables para la biodiversidad. El hombre depende del planeta y puede sobre explotarlo o preservarlo para las generaciones futuras, de ahí la cuestión :
¿QUÉ QUEREMOS HACER CON NUESTRO PEÑASCO? |
La respuesta puede parecer evidente pero la conciencia de cada individuo es diferente según su origen geográfico y su modo de vida.
Hemos decidido actuar para el futuro de la biodiversidad, escogiendo la protección de las especies amenazadas y de su hábitat.
Las misiones sobre la protección de los rinocerontes en Suazilandia, de los felinos en Florida y de pequeñas especies en la reserva zoológica de Calviac nos permitieron pasar del estatus de turista al de voluntario, lo cual ha hecho que en nuestro espíritu germine el proyecto :
Vuelta al mundo, con intervenciones como voluntarios en reservas, refugios o
asociaciones de protección de la fauna y la flora. |
Pequeñas asociaciones necesitan eco voluntarios para apoyarles en sus acciones.
Queremos presentar el trabajo de las
asociaciones, promover el viaje útil,
con vídeos, testimonios y fotos
disponibles para la página web.
Durante este viaje, iremos a zonas lejanas y difíciles de acceso, es por eso que decidimos utilizar un vehículo todoterreno preparado, para vivir en autonomía.
Nuestras convicciones medioambientales nos condujeron a equipar nuestro 4x4 con dos sistemas de economizador de carburantes de tipo FDME (Fragmentador De Molécules
Ecológico) y PGH (Producción de Gas Hidrogenado).
Esta vuelta al mundo comenzará en la primavera de 2014.
La lista roja de las especies amenazadas es muy larga. Decidimos presentar algunos animales, más o menos amenazados, a los que nos intentaremos acercar.
- África
- América
- Asia
- Europa
- Oceanía
La asociación « Around the Rock » tiene por
objetivo promover el ecovoluntariado al
servicio de las reservas, los parques
zoológicos, los refugios y otras asociaciones
que protegen las especies animales
amenazadas. Todos los seres humanos
forman parte de la biodiversidad y dependen
de la cadena ecológica.
En nuestro asociación hay más de 60 miembros que realizan acciones de voluntarido e insisten en la utilidad de
las acciones ecovoluntarias. Todo el mundo puede convertirse ecovoluntario (ex:
informáticos, técnicos, contables); en efecto las asociaciones necesitan a menudo
competencias complementarias en campos que no dominan.
La página web « Around The Rock » es un punto de encuentro entre los ecovoluntarios y los organismos de preservación de la fauna y la flora.
Muchas personas sensibles a los problemas del medio ambiente, pero no saben cómo
actuar. La asociación puede ayudar a personas
que desean organizar misiones de voluntariado.
Actualmente, hay un proyecto específico para dar
vuelta al mundo que durará 5 años para descubrir
reservas, refugios, parques zoológicos, para
trabajar como voluntarios, para aportar material,
ayudas financieras, realizar vídeos y fichas de presentaciones. Esta misión será realizada
por Céline GIBERT y Anthony PHILIPPE, y los socios podrán venir a las reservas y a los
países que elijan.
No es un viaje turístico, sino una misión medio ambiental con la creación
de una película en la cual mostramos que todos
podemos aportar nuestro granito de arena.
Esta película será presentada en las escuelas y otras asociaciones para promover el
ecovoluntariado.
La asociación esta reconocida " de interés general " para que los patrocinadores puedan
apoyarnos y permitir a las futuras generaciones continuar con las acciones ya comenzadas.
- Vehículo
- Grabación
La prioridad para viajar en 4x4 es
conocer su funcionamiento, sus
capacidades y sus límites, con el
fin de conducirlo con toda
SEGURIDAD.
Con un pequeño presupuesto,
escogimos un 4x4 tamaño
intermedio con un motor 3L.
El equipamiento interior es rústico
y sólido para vivir de manera
autonoma en la naturaleza.
El vehículo es muy importante para llevar a cabo este proyecto. Por lo que hemos
pasado mucho tiempo prepárandolo.
He aquí un vídeo realizado con Rachel y Philippe
Simonin. Las imágenes están sacadas de prácticas,
raids y caminatas |
En nuestros diversos viajes hemos hecho muchas grabaciones que el director multimedia Philippe Gilbert (hd5153.com) nos ha enseñado a montar con el fin de hacer videos. También nos
explicó los principios básicos que nos permitirán mejorar nuestros videos.
Los videos que hay a continuación fueron tomados durante las misiones de
voluntariado en Suazilandia (2008), Florida (2009) y Francia (2012). Es a partir de estas
imágenes que Philippe ha hecho el Teaser (Trailer) del projecto de la Vuelta al Mundo
de Ecovoluntarios.
Céline GIBERT,nació en 1984 en Avranches (50) y vive actualmente en Alençon. Con el titulo de un máster « Management international » obtenido después de 6 meses de estudios en Corea del Sur, en la universidad « Ewha Womans University », posteriomente se especializa en el control de gestión en el « IAE de Caen ». Su carrera se initia en el seno de un fabricante de equipos de automóviles y actualmente prosigue en MPO, fabricante francés de discos ópticos y de células fotovoltaicas. |
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Anthony PHILIPPE,nació en 1974, es originario de Mortain (50) y vive actualmente en Alençon. Con el titulo de B.T.S en Productique, multiplica sus experiencias profesionales en sociedades como Acome, Guy Degrenne, Adiamix,…Tras Una veintena de años en la industria, ha ocupado puestos desde operador con máquinas de fabricación hasta responsable comercial para una sociedad holandesa de transformación de aceros inoxidables. |
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Durante más de 10 años, estos dos trotamundos viajaron juntos recorriendo, Europa, los Estados Unidos, Chile, el Tíbet, China, Corea del Sur, Japón, Sri Lanka, Egipto, Túnez, Marruecos, Mauritania y Suazilandia. |
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Their hearts, minds and passion for bringing the word of the importance of endangered wild creatures have brought Celine & Anthony to the farthest reaches of Mongolia. It is here that they seek the Critically Endangered Gobi Bear. They searched and searched and found mostly tracks, but the bears didn’t show themselves.
What Celine and Anthony did find was a unique environement and a land crucial to continued existence of the Gobi bear and other rare species, snow leopards, wild camels, Asian Wild ass, ibex, argali, wolves, lynx, and gazelles.
We thank Around The Rock for helping to spread the word about this bear that is little-known bear outride of Mongolia. It will only be saved when the work of eco-volunteers like Celine and Anthony becomes widely known and appreciated.
Thanks so much for your commitment to treating our world with respect and doing your best to spread the message to the world that Gobi bears must not become extinct.
All the best, with wishes for safe and eventful travels.
Harry Reynolds,
Gobi Bear Project / Gobi Bear Fund
Leur cause est noble et respectueuse.
Je vous invite à rejoindre et découvrir leur page Facebook, ainsi que leur blog, ils gagnent à ce qu’on sache ce qu’ils font, car nous oublions rapidement combien notre nature est fragile, que chaque geste quotidien peut nuire à notre belle planète : Pensez à recycler, maitrisez votre énergie, ne la dépensons pas inutilement…
Venez découvrir leurs nombreux posts, leurs vidéos et leurs photos.
Or, cette mission a besoin de publicité, le parc naturel d'Hustai manque globalement d'écovolontaires, alors que toute l'équipe du parc (qui est une ONG, et ne reçoit aucune aide de l’Etat mongol) est partie de zéro il y a vingt ans pour construire et entretenir aujourd'hui au quotidien une faune et une flore d'exception, un travail incroyable qui mérite d'être connu et soutenu!
J'étais sur place mi-août, et j'étais la seule écovolontaire du mois, alors que la steppe est belle, chaude (30°C pendant les 10 jours, nuits fraiches), et pleine de senteurs durant ce 3e mois d'été. Certes, il y avait un peu plus de monde en juillet (5 écovolontaires en tout je crois), surement à cause du Naadam Festival, mais personnellement je n'ai pas regretté d'y être un peu plus tard.
Le rôle de l'écovolontaire peut sembler un peu trop simple à première vue : il s'agit de suivre l'un des 35 harems à travers leurs déplacements dans la steppe de 6h30 à 10h30 (départ à 6h du camp) et de faire des relevés GPS et de température/vent. Ces relevés sont ensuite à rentrer dans un fichier excel l'après-midi. Mais ce rôle de l'écovolontaire est très important : les données collectées permettent d'analyser les déplacements des takhis, et leurs motivations, elles permettent en particulier de repérer les endroits où les chevaux sauvages mangent et boivent, si les ressources sont suffisantes ou non, quelle est la densité, et donc quelles sont les capacités d'hébergement du parc dans de bonnes conditions. Par ailleurs c'est une mission très agréable, qui permet une découverte privilégiée de la steppe : à 6h, il ne fait pas encore trop chaud, et jusqu'à 11h, les animaux sont en activité, ce qui permet non seulement de faire de bonnes marches, mais encore de voir la faune dans son milieu naturel : marmottes, sousliks (sorte d'écureuil de la steppe), cerfs, aigles, milans, faucons, vautours, gazelles etc. Les comportements des chevaux sauvages sont également importants à noter, et l'on ne peut que constater le succès de la réintroduction passionnante de ces bêtes : tous les matins on observe une famille (un harem), un étalon, généralement entouré d'une dizaine de juments et de poulains, dont une jument dominante qui guide le troupeau. L'étalon défend ses prérogatives contre les nombreux mâles errants qui tentent de prendre sa place (généralement on voit au moins un "bachelor" tenter de détrôner l'étalon, tous les matins !).
Outre cette mission d'observation, l'écovolontaire est sensibilisé au travail de l'équipe scientifique (présentations faites par les spécialistes de chaque domaine du parc), et peut aider la botaniste et ses étudiants à classer les plantes (ce que j'ai fait), ou encore à baguer les oiseaux (ce que je n'ai pas fait, ce n'était pas le moment). J’ai aussi aidé à la mise en place d’une pompe à eau fonctionnant avec des panneaux solaires : l’eau est un vrai problème dans le parc, il n’y a que deux sources, peu abondantes, pour une population animalière croissante et une terre très aride, il est donc crucial de réussir à créer d’autres points d’eau.
La coordinatrice des écovolontaires, Naraa, jeune femme de 23 ans très dynamique et très sympathique, parlant bien anglais, est soucieuse de proposer un programme riche de découverte des lieux (1 visite d'une famille nomade, 1 matinée avec un ranger pour observer les gazelles, 1 nuit dans un autre camp du parc, 1 tour pour découvrir les vestiges historiques du parc). Après ils ont vraiment besoin d'aide, mais ils proposent une formule presque trop confortable pour l'écovolontaire : celui-ci est un peu traité comme un touriste privilégié, de proximité, d'immersion, de promotion, de sensibilisation à la nature et aux missions scientifiques nécessaires à la survie de cet écosystème fragile. Il ne faut pas hésiter à faire des suggestions à l'équipe et à prendre les devants, ne serait-ce que pour transformer cette formule : j'ai eu la chance d'être au parc d'Hustai en même temps qu’Anthony et Céline, ensemble nous avons réfléchi aux autres missions possibles de l'écovolontaire à Hustai. Nous avons fait un trombinoscope de toute l'équipe du staff (demandez le en arrivant ! c'est bien pratique pour retenir les noms mongols imprononçables!!), nous avons aidé à remettre la bibliothèque en état et à la ranger (on a juste commencé malheureusement), nous avons mené de nombreuses réflexions sur l’amélioration de la communication auprès des touristes qui sont accueillis dans le camp où loge l’écovolontaire, et nous avons voulu participer à cette amélioration sans pour autant empiéter sur le travail de la « tourist manager », en rédigeant des informations écrites pour l’« information center » où il n’y a que des photos (une frise explicative), et une liste des films disponibles dans le « conference hall ». Anthony et Céline ont beaucoup travaillé avec le data manager : j’avais suggéré qu’ils revoient leur page Facebook (qui n’était qu’un profil perso, et non une « page » que l’on peut « liker » et suivre), Anthony et Céline les ont aidés à Oulan Bator où il y a une connexion internet. Il y a vraiment beaucoup de choses à faire, il faut donc montrer sa volonté d’implication et ne pas hésiter à avoir des idées.
Mes attentes :
Cette mission était ma première mission écovolontaire. Je n’étais jamais partie comme volontaire, je n’étais jamais allée en Asie - mes seules expériences de voyage étaient dans des pays occidentaux. Pour des questions de calendrier, je savais que je devais partir seule si je ne voulais pas rester chez moi à me tourner les pouces. Or l’avantage d’un projet d’écovolontariat est, outre sa portée morale et utile, l’offre d’un cadre, ce qui peut être appréciable pour une personne seule ! Alors plutôt que de faire dans la demi-mesure, et d’aller dans un pays proche, j’ai décidé d’aller à la rencontre d’une nature brute, sauvage, inconnue et ouverte, sans aucune barrière enfreignant les mouvements des animaux observables dans leur milieu naturel (les vautours du parc vont jusqu’en Corée, et reviennent en été ! De même que de nombreux mammifères vont et viennent sans tenir compte des frontières du parc). Le projet de réintroduction des chevaux sonnait comme un hymne à la liberté, de même que les images du peuple mongol que l’on peut trouver en France (cf les films : Le chameau qui pleure, Le chien jaune de Mongolie…, les documentaires sur Arte et Youtube, et la littérature de Galan Tschinag). C’est donc ce que je recherchais en partant là-bas, et je n’ai pas été déçue.
Mon voyage a comblé et dépassé toutes mes attentes. Certaines dimensions étaient complètement inattendues : si j’avais deviné la possibilité du choc des cultures, je ne m’attendais pas à être autant dépaysée, les mongols parlent, pensent et agissent différemment, même s’ils ont le contact facile et qu’il y a peu de barrières qui nous séparent vraiment d’eux (en Chine où j’ai transité, la communication était beaucoup plus froide). Ils ont une culture de l’être ensemble et un rapport au temps autres (ainsi qu’aux routes et à la conduite !!). La mission d’écovolontariat permet d’être intégrée directement dans l’équipe scientifique, de côtoyer tous les jours des gens qui vivent et travaillent 24h/24h dans le parc dans une forme de dialogue privilégié. On est immergé. Ce n’est pas le cas des touristes, qui viennent seuls (rares) ou en groupe avec un guide, et qui sont tenus à distance, uniquement logés et cantonnés à un tour en voiture pour voir les takhis, sans information, et maintenus dans une position de consommateurs.
Et c’était le 2e aspect inattendu de mon voyage : je n’avais pas trop réalisé ce que cela signifiait d’être logé dans un « camp touristique », j’avais simplement noté les commodités, le confort prévu : logement en yourte, avec électricité (pas besoin d’adaptateur), douches chaudes, restaurant (avec de la très bonne cuisine). Or, en fait le camp touristique, qui jouxte directement les bureaux de recherche scientifique, accueille énormément de monde en été. On peut parler de relatif « tourisme de masse », puisqu'au maximum 100 personnes dorment toutes les nuits, et plus passent dans la journée sans dormir. Mais ne vous effrayez pas, c’est loin d’être insupportable ! Le tourisme est très important, car il est la seule source de revenus direct du parc, qui ne bénéficie d’aucune aide gouvernementale (c’est une ONG), et qui reçoit peu de donations (fonds sur projet des hollandais, possibilité de parrainer un poulain pour 100 dollars pour les particuliers). Or c’était très intéressant d’observer le fonctionnement du camp. Depuis l’an dernier, le camp est à sa capacité maximum d’accueil, ce qui crée nécessairement des incidents à répétition, notamment pour le respect des règles d’observation des animaux par tous ces visiteurs accompagnés de guides d’Oulan Bator pour aller voir les takhis (le soir, parfois le matin) : il y a une volonté de l’équipe de changer le tourisme existant en éco-tourisme encadré, et d’articuler plus fortement le projet scientifique et l’accueil d’un public responsable. L’écovolontaire peut avoir un vrai rôle dans cette articulation, un regard extérieur. Et puis le volontaire, tout en étant du côté des professionnels (ou du moins avec eux) et non pas a priori du côté des touristes, peut néanmoins bénéficier de la présence du camp qui rend les rencontres faciles, multiples, et internationales, une vraie richesse. Je m’attendais à avoir des temps morts, des moments de solitude et d’ennui, au moins quelques uns… mais pas du tout ! Il y avait tout le temps quelqu’un avec qui discuter, échanger des points de vue ou avec qui lancer des projets. Ces rencontres internationales complétaient parfaitement le côté « immersion » dans l’équipe mongole.
J’avais quelques craintes avant de partir, qui se sont révélées infondées pour mon plus grand bonheur : Je craignais, en me cantonnant au parc d’Hustai et à Oulan Bator, de n’avoir qu’un aperçu tronqué de cet immense pays, mais finalement je pense avoir beaucoup mieux exploré la Mongolie par cette voie que nombre de touristes partis en excursion cadrée. Par ailleurs le parc d’Hustai est certes petit (25km), mais il représente une « natural transition zone » incroyable, concentrant un nombre d’espèces d’insectes, de plantes et d’animaux inégalé.
Je craignais également d’être peu utile sur place, et de payer un service de tourisme déguisé. Si l’écovolontaire est très bien reçu au parc d’Hustai, si des activités « touristiques » de découverte du parc sont prévues pour lui (balade à cheval, sorties diverses), dans une logique d’image de marque, je crois à la grande importance du développement du nombre de volontaires, pour le bon fonctionnement scientifique du site (faire les observations le matin permet de récolter massivement des données, et de dégager du temps pour les scientifiques, qui n’ont plus à le faire si les écovolontaires s’en chargent, or pendant les grosses périodes touristiques le temps est particulièrement précieux) mais surtout pour créer une bulle d’air dynamique dans les relations entre scientifiques et touristes sur place.
Mes conseils :
Ne pas hésiter à discuter avec tout le monde sur place : toute l’équipe est accessible, notamment l’équipe de direction ! Si l’on vous dit que machin doit être très occupé, ne pas hésiter à insister un peu, les mongols adorent discuter, on les dérange rarement !
Savoir que cette mission nécessite de se lever avec le soleil le matin. Niveau matos : il peut être utile d’avoir une clef USB (pour récolter des documents, des films qui vous intéressent, et puis… pour échanger avec les globe-trotter un peu bizarre, n’est ce pas !). Avoir conscience qu’il y a beaucoup de poussière, et on est au pays des chevaux : prévoir des cachets anti-allergiques si besoin, ainsi qu’un désinfectant/antiseptique en cas de plaie. Il y a quelques insectes dans la yourte (des araignées, des punaises inoffensives, des mouches mais peu de moustiques), il faut s’y préparer. Les nuits sont fraiches (10°C), les journées très chaudes. La steppe du parc compte 500 espèces de plantes, dont une très urticante (sorte d’orties locaux puissants), prévoir une crème apaisante et la porter sur soi lors des observations.
Si vous êtes une femme seule, blonde, les hommes peuvent être un peu entreprenants, il y a une culture de la séduction en Mongolie (et cela fait viril d’avoir des conquêtes occidentales pour les hommes) ! Ne pas hésiter à les recadrer tout de suite, plutôt que d’être gentille… les femmes mongoles sont des femmes fortes et franches, qui savent dire non.
Cette mission gagne à être connue. C’est un endroit merveilleux, libre, un peu bordélique et bricolé comme toute la Mongolie, mais le parc est bien géré et l’équipe qui y travaille est qualifiée. Le travail effectué là depuis 20 ans est colossal.
Désormais il y a des vols directs Paris-Oulan Bator, et le visa n’est plus nécessaire si vous restez moins de 30 jours, c’est tout nouveau, profitez en !!!!